Cuando se
nos avería nuestro vehículo, no sabemos muchas veces que determinación tomar,
sobre todo cuando lo que nos pasa es la rotura de alguno de sus componentes, un
palier, un embrague, la cremallera de la dirección, no sabemos si acudir a un
desguace o a un concesionario oficial.
Esta segunda
forma, sabemos que nos va a costar un riñón, y dependiendo de la pieza, la
pieza usada o de segunda mano sabemos que nos va a dar el mismo resultado, pero
a veces ciertas personas no confían todavía en este tipo de piezas.
He de decir
que estás piezas gozan de una garantía y por lo tanto no tiene por qué ser
diferente a la de concesionarios oficiales, además claro está el precio, el
ahorro sustancial que podemos tener de una pieza original o a una usada oscila
en torno al 40% más barata o incluso el 60%.
La decisión
a veces se torna complicada, pero dependiendo del tipo de pieza, yo no dudaría
en acudir a un desguace, ya que hay piezas que apenas tienen desgaste y las roturas
muchas de las veces se producen por impactos. Golpes en las que se rompen y
quedan inservibles.
Caso como
los faros, espejos retrovisores, llantas, palieres y otros muchos componentes
no se rompen por el uso, se rompen como comente antes por colisiones.
Para este
tipo de piezas es aconsejable acudir al mercado de segunda mano, por el ahorro
significativo que comprarlo en una casa oficial, si necesitas de cualquiera de
esta piezas te invito a ir aquí y descubrir todas las piezas de
segunda mano que existen en este sitio.
Quizá para partes ya más complejas, centralitas,
culatas, motor o hasta embragues y dependiendo siempre de la edad del coche, no
vaya a ser que valga más el collar que el perro, si elegiría la opción del
concesionario o taller oficial, para sustituir esas piezas.