Desde la antigüedad la humanidad ha buscado cómo refugiarse del frio del invierno. Con el
paso del tiempo las fórmulas que se han ido descubriendo se han perfeccionado para lograr el
máximo ahorro energético y el menor consumo para notarlo en las economías familiares y en
el medio ambiente. Dos cuestiones que en la actualidad son de máxima importancia para
todos. Por estas razones hoy os hablamos del gran método por excelencia que mejor cumple
con las anteriores premisas, el suelo radiante.
El funcionamiento de la instalación que lleva a cabo http://sueloradianteprecio.com es
sencillo. Consideramos que desde una caldera mural se calienta el agua a temperatura entre
los 30 y 40 grados y se hace circular bajo el suelo a través de un tubería especial –suele ser
polietileno o polibutileno- en forma de serpentín, doble serpentín
o en espiral. Estos tubos van
insertados en material aislante mediante paneles ensamblados con barrera de difusión de
oxígeno. Por estos tubos corre el agua procedente del sistema de generación de calor que es
generalmente eléctrico pero puede ser procedente de cualquier otra energía. Y para corregir el
riesgo de condensación y actuar como barrera antihumedad se instala un film polietileno que
evita la capilaridad de humedades.
Con el tiempo han ido surgiendo novedades técnicas para seguir trabajando instalaciones de
este tipo y son cada vez más eficaces. Basta con comprobarlo consultando en las distintas
empresas especialistas en el sector y asesorarse de los avances en este método tan eficiente. Y
es que es cierto que supone una inversión inicial elevada que se recupera a corto plazo gracias
a los ahorros energéticos que conlleva. Es eficiente y consigue ahorro por varias razones,
además de práctico y dotar a los espacios del mayor confort sin quitar un centímetro de
espacio para los radiadores convencionales de los cuales prescinde.
Al trabajar con bajas temperaturas, el ahorro energético es considerable, con lo que también
se consigue ahorrar en la factura de energía. Y al combinarlo con fuentes de energía sostenible
como la energía solar térmica, aerotermia o calderas de baja temperatura, confirmamos dicho
ahorro. Es por ello que el sistema de suelo radiante puede convertirse en el método de
climatización en frío para el verano si se utiliza con bomba de calor, por lo que ahorramos
igualmente. Y evitamos los molestos radiadores ganando espacio a la superficie, además de las
molestas corrientes de aire y sequedad en el ambiente.