miércoles, 11 de noviembre de 2015

Cómo funciona el suelo radiante

Desde la antigüedad la humanidad ha buscado cómo refugiarse del frio del invierno. Con el

paso del tiempo las fórmulas que se han ido descubriendo se han perfeccionado para lograr el

máximo ahorro energético y el menor consumo para notarlo en las economías familiares y en

el medio ambiente. Dos cuestiones que en la actualidad son de máxima importancia para

todos. Por estas razones hoy os hablamos del gran método por excelencia que mejor cumple

con las anteriores premisas, el suelo radiante.

El funcionamiento de la instalación que lleva a cabo http://sueloradianteprecio.com es

sencillo. Consideramos que desde una caldera mural se calienta el agua a temperatura entre

los 30 y 40 grados y se hace circular bajo el suelo a través de un tubería especial –suele ser

polietileno o polibutileno- en forma de serpentín, doble serpentín
o en espiral. Estos tubos van

insertados en material aislante mediante paneles ensamblados con barrera de difusión de

oxígeno. Por estos tubos corre el agua procedente del sistema de generación de calor que es

generalmente eléctrico pero puede ser procedente de cualquier otra energía. Y para corregir el

riesgo de condensación y actuar como barrera antihumedad se instala un film polietileno que

evita la capilaridad de humedades.

Con el tiempo han ido surgiendo novedades técnicas para seguir trabajando instalaciones de

este tipo y son cada vez más eficaces. Basta con comprobarlo consultando en las distintas

empresas especialistas en el sector y asesorarse de los avances en este método tan eficiente. Y

es que es cierto que supone una inversión inicial elevada que se recupera a corto plazo gracias

a los ahorros energéticos que conlleva. Es eficiente y consigue ahorro por varias razones,

además de práctico y dotar a los espacios del mayor confort sin quitar un centímetro de

espacio para los radiadores convencionales de los cuales prescinde.

Al trabajar con bajas temperaturas, el ahorro energético es considerable, con lo que también

se consigue ahorrar en la factura de energía. Y al combinarlo con fuentes de energía sostenible

como la energía solar térmica, aerotermia o calderas de baja temperatura, confirmamos dicho

ahorro. Es por ello que el sistema de suelo radiante puede convertirse en el método de

climatización en frío para el verano si se utiliza con bomba de calor, por lo que ahorramos

igualmente. Y evitamos los molestos radiadores ganando espacio a la superficie, además de las

molestas corrientes de aire y sequedad en el ambiente.